martes, 15 de octubre de 2013

Práctica BLIJ - La animación a la lectura desde edades tempranas (Pedro César Cerrillo Torremocha)



A lo largo del artículo el autor reflexiona sobre la lectura, sus tipos y los aspectos a tener en cuenta si se quiere promover.

Según Cerrillo la lectura es una actividad poco valorada por muchos sectores de la sociedad porque no está aceptada como un derecho fundamental y no está dentro del tiempo de ocio. Además destaca que la lectura que se practica es instrumental (como fuente de información) y esto hace que el lector se imponga limitaciones. Así pues al no emplearse como fuente de conocimiento y no convertirse en un instrumento de ocio no se consigue una eficiencia lectora.

Dice el autor que solo una vez adquiridos los mecanismos cognitivos que nos permiten leer, la lectura se convierte en una actividad voluntaria, siendo ésta la verdadera, que no tiene una finalidad más allá de ella misma.

Por otro lado, el escritor alude a la responsabilidad de la escuela, menciona la importancia de hacerles ver a los niños que las lecturas escolares son importantes para ellos ya que podrán encontrar la información que necesiten y compartirla con otras personas. También recalca que la responsabilidad de la escuela es centrarse en la competencia lectora y la educación literaria. Y, que no es conveniente obcecarse en que los alumnos consigan un hábito lector y sí una eficacia lectora. Según su opinión el hábito debe adquirirse en primer lugar en casa, después en la escuela y por último la biblioteca.

A continuación, Cerrillo se refiere a un cambio que se ha producido de modelo cultural por la expansión de las nuevas tecnologías. Según él porque hemos pasado de una cultura alfabética, textual e impresa, a otra que se construye con imágenes audiovisuales, implicando modificaciones en el uso del lenguaje, en las capacidades de razonamiento y en las habilidades para la lectura comprensiva.

Cabe añadir que el autor insiste en la Promoción lectora, recalca que la clave está en mejorar los hábitos lectores y para lograr esto debería de tenerse en cuenta la lectura libre, activa, voluntaria y sin un fin determinado. Según él la mejora de los hábitos lectores de los ciudadanos empieza en la escuela mediante la formación de lectores literarios.

Cerrillo propone algunas condiciones a tener en cuenta en una animación lectora para no entorpecer el objetivo de la misma. Además, evitar elementos como la obligatoriedad de la animación, que conlleve premios y castigos o impedir que el libro no conecte con el lector.

Finalmente, insiste en crear ciudadanos lectores, competentes y críticos. Para ello considera fundamental la convivencia de las lecturas escolares y las lecturas voluntarias.

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