martes, 15 de octubre de 2013

Las nubes, perspectiva de Azorín


    Azorín reescribe el final de la obra La Celestina de Fernando de Rojas con el fin de darle otro desenlace totalmente distinto, bastante contrario a la versión original del libro. Durante el capítulo “Las nubes”, Calisto y Melibea no fallecen,  después de casarse tienen una hija. En el escrito nos narra una situación de su vida cotidiana con numerosos detalles.
     La cuestión que creo que se planteó Azorín cuando terminó de leer la Celestina, es que seguramente no merecían ese final tan trágico. Probablemente después de todo lo que han pasado se merecieran un mejor desenlace. Por eso él decidió reescribir el final de la obra con su propio estilo y forma. Dando un bonito final al libro. Seguramente a muchos de nosotros nos habría gustado retroceder en la historia y cambiar los acontecimientos ocurridos de alguna obra que hayamos leído.


    En cuanto a la cuestión del texto, Azorín quiere expresarnos la idea del eterno retorno. Para ello utiliza la metáfora de las nubes para expresar que con el paso del tiempo todo cambia, pero las nubes siempre permanecen en el cielo. Por descontado encontramos en el texto numerosos rasgos del estilo del autor como numerosas descripciones del entorno o de los seres u objetos. Todas van acompañadas de números adjetivos que proporcionan claridad y riqueza al escrito haciéndolo muchas veces atractivo para el lector competente.


    Volviendo al tema que me gustaría tratar en esta entrada del blog, Creo que sería interesante tratar o realizar alguna actividad parecida en el aula. De esta manera proporcionamos a los alumnos una situación comunicativa a la cual han de responder mediante la escritura de un nuevo desenlace de una obra. Así damos rienda suelta a su habilidad de la escritura,  creatividad, imaginación, etc.

     Como una última reflexión, a la hora de trabajar el maestro deberá elegir los textos que el considere más adecuado trabajar en cada ciclo de acuerdo a la edad o al desarrollo lector de los alumnos de la clase. Como una posible alternativa, se podrá pedir a los alumnos que elijan una obra que ya sea haya leído, pero creo que es preferible que sea el maestro quien los guie.  Por último debemos hacer hincapié en que se sigan los pasos correctos y adecuados  para realizar un escrito: panificación, realización de la tarea y revisión del texto. Gracias a estas actividades se trabaja la escritura de otra manera distinta que puede agradar a los alumnos y hacerlos disfrutar con la tarea de la composición

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